



Joaquím Molins Figueras
1886 - 1976
Joaquim Molins Figueras fue el fundador de la que será, en este inicio del siglo XXI, una de las primeras empresas cementeras y de materiales de construcción de Catalunya.
Joaquim Molins Figueras nació en 1886 en el pueblo de Pallejà, en la cuenca del río Llobregat, cerca de Barcelona. Es la zona donde se crearon una buena parte de las industrias de cemento catalanas. La piedra calcárea es muy corriente en Cataluña pero en este caso su explotación contaba con la ventaja de la proximidad del área metropolitana de Barcelona.
Su padre Joan Molins i Parera explotaba una cantera de roca calcárea en el mismo término municipal de Pallejà y en 1912 amplió el negocio al alquilar una fábrica de cemento natural en el municipio de Vallirana. Joaquim y su hermano mayor Francisco completaron los estudios primarios y se incorporaron al negocio familiar.
Joaquim era un joven que además de tener una mente clara, tenía una voluntad de hierro y un espíritu de luchador nato. Su vida está llena de anécdotas que recuerdan su personalidad. A los 17 años, empujando una vagoneta en una de las pedreras de la familia perdió un trozo de dedo de la mano izquierda. En lugar de bajar corriendo al pueblo para curase la herida aguantó hasta acabar su turno de trabajo.
Joaquim se casó en 1909 con Anna Ribot, nacida en 1890 en el mismo pueblo de Pallejà y tuvo dos hijos Juan (1911-1986) y Casimiro.
El 9 de febrero de 1928 se constituyó la sociedad Cementos Molins, S.A. con el objetivo social de fabricar “cementos y cales de todas clases, así como la compraventa de toda clase de materiales de construcción”. La empresa era de carácter familiar pero con vocación pública (las acciones cotizarán en la Bolsa de Barcelona desde 1942). Fabricaban cemento natural y cal hidráulica en las fábricas que disponían en Quatre Camins-Sant Vicens dels Horts, Pallejà y Vallirana. Con una visión adelantada a su tiempo, Joaquim Molins adquirió la patente para España del cemento fundido de la compañía francesa Lafarge. Era un cemento, basado en el aluminato de calcio, más adecuado a las obras públicas por su rápido fraguado y resistencia a los sulfatos.
A la muerte de su padre en 1933 Joaquim Molins ocupará la presidencia del Consejo de administración. Durante la Guerra Civil la fábrica fue colectivizada y las dificultades económicas de la postguerra –especialmente la escasez de energía y materias-primas fueron superadas con el trabajo, perseverancia y audacia que siempre caracterizó a Joaquim Molins. En 1951 el Gobierno español le otorgó la Encomienda de la Orden del Mérito Civil.
Sus hijos Juan y Casimiro se incorporaron a la empresa y en 1952 compartieron la dirección de la misma con el cargo de gerentes, aportando conocimiento técnico y económico-jurídico.
La empresa llevó a cabo en los años sesenta una política de protección social a los trabajadores de la fábrica, que se tradujo esencialmente en proporcionar viviendas al personal, construidas en los terrenos y construcciones propias situadas en los alrededores de la fábrica de Quatre Camins, y posteriormente en Pallejá.
En 1958 enviudó y tres años más tarde Joaquim Molins contrae matrimonio con Juana Gil Santos, con la que tuvo dos hijos, Joaquín (Jacky) y Marta.
La gran pasión de Joaquim Molins, al margen de su dedicación profesional, fue el mundo del automóvil. En 1916 formaba parte de un grupo barcelonés de aficionados al motor, que se reunían en el restaurante Rhin de Barcelona y que tomaron el nombre de Peña Rhin. Con este nombre y bajo la presidencia de Joaquim Molins se organizaron las competiciones automovilísticas que llevaron su nombre “Peña Rhin”. La primera en 1921 tuvo lugar en un circuito improvisado de Vilafranca del Penedès. En tiempos de la Segunda República se trasladaron a la montaña de Montjuïc para finalizar en un circuito urbano en la parte alta de la Diagonal de Barcelona. Su iniciativa y tesón permitió, con el apoyo del Ministro de Obras Públicas, prolongar la avenida hasta Esplugues y conseguir un circuito urbano con homologación internacional. Los mejores pilotos del mundo, Fangio incluido, y las marcas más acreditadas se fueron dando cita cada año en una competición que se ganó el fervor popular.
Joaquim Molins participó también en otras iniciativas empresariales: en el sector textil y, por su trascendencia futura impulsar, mediante la constitución de la Sociedad Promociones Pirenaicas en 1969, la construcción y explotación mediante concesión de una vía de comunicación entre el Bergadá y la Cerdanya, el actual Tunel del Cadí.
Aunque no lo vio construido (falleció el 14 de septiembre de 1976), su visión de la importancia de las infraestructuras de comunicaciones queda incorporada permanentemente a la historia del país.
Cementos Molins, S.A. celebró en el año 2003 los primeros 75 años de su historia. Tras la muerte de su fundador, la empresa ha continuado su crecimiento en volumen y ha realizado una importante expansión geográfica, al margen de una diversificación en los productos. Cementos Molins, S.A. se ha configurado hoy como un holding del que dependen las sociedades filiales y participaciones internacionales principalmente en Argentina, México, Uruguay, Túnez y Bangladesh. El cemento es aún el primer producto del grupo, pero está acompañado por una extensa gama de materiales de construcción.